"La tercera dosis de la vacuna contra la covid mejora la inmunidad de la población general entre un 93% y un 95%", revela el infectólogo Mario Raya, subdirector del Centro de Salud, quien cita investigaciones internacionales. "Las pruebas parecen mostrar que hay una caída de los anticuerpos con el paso del tiempo. En ese contexto, los revacunados por tercera vez presentan tasas de contagio con infecciones graves y hospitalizaciones menores frente a quienes solo han recibido los dos pinchazos iniciales", precisa.
En concreto, el especialista afirma que los estudios más recientes sugieren que la inmunidad que proporcionan las vacunas disminuye entre seis y nueve meses después de recibida la segunda dosis. "Ya sabíamos que todas las vacunas tendrían una duración corta. Sinopharm, que utiliza un virus inactivado, es la de menor persistencia en comparación con las vacunas vectorizadas (como Sputnik y AstraZeneca) o las de ARN mensajero (como Pfizer y Moderna)", explica.
"Todos los adultos que tienen Sinopharm necesitan una tercera dosis". Aída Torres, directora médica del Ceivac.
Básicamente por esta razón, Raya justifica la necesidad de avanzar hacia una tercera dosis. No obstante, aclara que la eficacia de todos los fármacos sigue siendo muy alta contra todas las variantes del coronavirus, incluida la delta.
Con respecto al intervalo entre el segundo y tercer pinchazo, asevera que de mínima deben haber transcurrido seis meses. "Ese sería el lapso óptimo para elevar el nivel de anticuerpos. Y pueden tranquilamente combinarse vacunas distintas", declara. Además, insta a no temerle a los efectos adversos. "Las terceras dosis tienen reacciones secundarias más leves que las primeras".
Días atrás, el Ministerio de Salud de la Nación resolvió que en Argentina se aplique una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a ciertos grupos priorizados. Y que se comience a administrar una dosis de refuerzo al personal sanitario y a los adultos mayores. Por ello, actualmente en Tucumán se está vacunando a los mayores de 60 años, a los médicos y afines, a los inmunosuprimidos desde los tres años, independientemente de las vacunas que recibieron en las dos oportunidades anteriores, y a quienes han tenido un esquema inicial de dos dosis con Sinopharm y tienen más de 50 años.
"La dosis adicional o tercera se coloca en personas que, por algún motivo, se presume que no tuvieron una respuesta inmunológica satisfactoria con las dos primeras dosis".
Esta decisión sigue la recomendación de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) y del Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ahora bien, ¿qué vacuna se está administrando en cada caso? La cartera dispuso que los niños y jóvenes inmunocomprometidos de tres a 17 años reciban las vacunas que se encuentran actualmente autorizadas para ese grupo etario: Sinopharm hasta los 11 años y Pfizer o Moderna de 12 años a 17 años.
La situación de los ciudadanos con inmunocompromiso de 18 años en adelante es diferente. Tanto para quienes hayan sido inoculizados con un esquema primario homólogo (misma vacuna en la primera y segunda dosis) u heterólogo (segunda dosis diferente a la primera) se ha resuelto inyectar una tercera dosis de Sputnik V componente 1 o de AstraZeneca.
Por último, en las personas de más de 50 años con un esquema primario de la vacuna Sinopharm, el Gobierno nacional ha aclarado que se prioriza una dosis adicional con una vacuna de virus no replicativo. Esa definición conduce a AstraZeneca.
Como han explicado los especialistas, la tercera dosis difiere de la dosis de refuerzo. "Aclaremos conceptos sobre la tercera dosis", dice el título del documento que la doctora Beatriz Gil -médica neumonóloga y coordinadora del Comité de Docencia e Investigación de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria- comparte a LA GACETA. "La dosis adicional o tercera se coloca en personas que, por algún motivo, se presume que no tuvieron una respuesta inmunológica satisfactoria con las dos primeras dosis", indica. En nuestro país, otras vacunas con esquema primario de tres dosis son la quíntuple y la vacuna contra la Polio, incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación.
En cambio la dosis se refuerzo -prosigue ese texto- se pone en individuos que tuvieron una adecuada respuesta inmunológica con las dos primeras dosis. No obstante, se tiene en cuenta la posible disminución de sus anticuerpos en el tiempo. Por ello, este refuerzo o booster se dispone a partir de los seis meses de la segunda dosis. La triple viral y la doble bacteriana constituyen dos ejemplos similares.
Pero, ¿qué ocurre con Sinopharm? Se ha demostrado que la inmunidad decae más rápidamente con esa vacuna y con Sinovac, que se está utilizando en Chile y en Uruguay. "Todos los adultos que tienen Sinopharm necesitan una tercera dosis. Su cobertura es baja con el correr de los meses", coincide Aída Torres, directora médica del Centro de Estudios Infectológicos y Vacunación de Tucumán (Ceivac).
"En un escenario de pandemia, es importante que las personas tengan su sistema inmunológico sólid. Pero la evolución de la campaña de vacunación ha sido dispar", razona, en diálogo con este diario. De ahí que se hayan largado los refuerzos para los médicos, que han sido los primeros en contar con sus dos dosis y en consecuencia son hoy los inmunizados 'más viejos', si se quiere. "Necesitamos sí o sí que se apliquen las terceras dosis, al menos en la población de riesgo", agrega.
Finalmente, Raya apunta un último detalle importante. El tercer pinchazo viene a ser como "un recuerdo" que inunda otra vez al torrente sanguíneo de anticuerpos. Es decir, se trata de una respuesta rápida.
Covid-19 en Tucumán: comienza la vacunación de refuerzo a los mayores de 60 años